La mediación familiar consiste en la intervención de una persona neutral, que ayude a ver todos los puntos de vista de un conflicto, facilitando el diálogo, y llegar a acuerdos que sean positivos para todos los miembros de la familia. Este método, tiene como alguno de sus objetivos, que los hijos puedan desarrollarse de forma positiva ante situaciones complicadas, o que las parejas logren llegar a acuerdos de forma consensuada.
¿Cuando acudir a la mediación familiar?
La mediación familiar es necesaria, en aquellos casos, en los que aparecen dificultades para lograr acuerdos entre
las parejas (tengan hijos o no), las personas que cuidan y educan a los niños, las familias… Estas dificultades ocurren por ejemplo: en los casos de divorcios conflictivos, que repercuten en los hijos; de abuelos con diferentes modelos educativos al de los padres, cuando surgen dificultades para comunicarse con hijos en edad adolescente, y en otras innumerables situaciones.
Si estás pensando en solicitar ayuda, puedes llamarnos o escribirnos para concretar una primera entrevista. A través de esa primera sesión podremos valorar conjuntamente si la mediación es necesaria o no.
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